sábado, 27 de octubre de 2012

Llevo un cascabel en el bolsillo


Llevo un cascabel en el bolsillo
para que cada paseo sea un escándalo.
Intento teñir de espectáculo
al orden que se deja ver
cuando salen los soles cristalinos.
Hacer que la calle extrañada
vuelva su cuello de piedra,
menear esos cuellos tan dóciles
y aflojar esas cuerdas que rodean a tantos.

Llevo un cascabel en el bolsillo
que me recuerda lo imperfecto
y hace de mis pasos un caminar,
no una marcha cuadrada, simple
y hueca como un cráneo militar.

Es una alarma que quiere incendiar,
un leve ruido que quiere arrancar
los disfraces de gente corriente.
Solapas grises, carteras negras…
Sólo intento,
en el hoyuelo de una sonrisa,
edificar.

miércoles, 17 de octubre de 2012

SOBRE EL TEDIO Y LAS CAÍDAS


Escribo sentado en una silla muy fría
enredado en el tedio
o arropado en la sombra de mis amigos
Mi mirada sólo vino a cortar limones
y ya no quedan corbatas azules
que cantarinas nos abran el pecho,
ni patas de pájaro que fumarse
cuando sólo queden virutas de la noche.
Sólo queda un trozo de luna
dudando entre las cejas
el día en que burlándose sobrevivió
el canario en su jaula
mientras fuimos cayendo
como un dominó inmenso.