jueves, 21 de abril de 2011

CURA ÁCIDA

Tenía púas y astillas en mis yemas
que escocían casi como el vinagre
las fui desclavando muy poco a poco

Menospreciando todos mis problemas
a base de jazmín y leche de coco
curándolos, ya no sale ni sangre

Pisé el suelo ésta vez con firmeza
y ya no había ningún color oscuro
mis ceños fruncidos fueron primaveras

De éxodo los pájaros de mi cabeza
mi colchón nunca jamás será duro
quise creer que esta vez era la buena

Y si ahí fuera está frío
la realidad se cae a trozos
o los árboles siguen ardiendo,
dejadme fluir con el río

Y si no hay fondo en los pozos
o la rabia sigue creciendo
dejadme seguir con lo mío

Con paralelas muy mentirosas
que cualquier día van y se cruzan
con oscuridades muy tenebrosas
que soplo y hago que se diluyan

Bajo el paragüas de mi creación
no tiene importancia ni un meteorito
no quise cruzar ese escalón
y caer al vacío, al olvido.

Creías que el mundo era de chocolate
y sus nubes de algodón de azúcar
pero sólo llovían gotas de limón

Lluvia ácida, música en otra parte
te hundirás junto a tu nenúfar
aburridísimo de cantar tu canción



 

lunes, 11 de abril de 2011

JORNADA DE REFLEXIÓN (BULERÍA DEL DÍA) fragmento

Día que comienza, una losa que suena
Interrumpe todo y recuerdas aquello
Continúa eso y palpitando nada

Un sol muy naranja de galaxias buenas
Fruta muy sangrienta, hiedras por el cuello
La máquina sigue ardiendo en la parada

La media mañana no es tan severa
Vuelas entre aromas, palmeas al tiempo
Sabes conseguir que no cunda el tormento
Y dónde volcar intenciones enteras

La tregua se esfuma como buen engaño
Se pierde entre asfalto como tu mirada
Las cuestas que quieren ser más empinadas
Mientras tú recuerdas tu almohada de estaño

Vaivenes violentos, la incómoda prisa
De burros de hierro, de cheques perennes
Planes majestuosos de adultos imberbes
Que sólo recuerdan eco de su risa

Pasos de cebra en sabanas petrificadas
Sufriendo el sonido de los pasos del vulgo
Suena parecido a un ruiseñor en un zulo
Desgañitado con su estridente balada

Rojo, verde...quiero elegir ámbar
Que maneje él, tan ambiguo e inseguro
A los que encomiendan todo su futuro
A aquellas luces que nunca se paran

Llega mediodía y llenas tu tripita
Sin darte ni cuenta, actividad lujosa
Si comes caliente y el pan no te quitan
Luego, cualquier queja es de lo más viciosa


el reloj nos da encogidos presentes
la vida nos dice que vamos creciendo
tus frases podrían alumbrar la penumbra

mira a ambos lados,¡calibra la mente!
Percibe hasta el sonido del silencio
Enumera todo lo que se te ocurra

Con la digestión: envases al vacío
Madera quemada, cerebros de paja
Creyentes creyendo que no pasan frío
Órbitas y vidas metidas en cajas
Lluvia hacia arriba, felicidad sampleada
Muelles doblegados, barbaridades, vasos
Saltan por los aires añicos de fracasos
Verdades cual templos, mañanas destartaladas

Objetos que hablan:-¡tú, materialista!
Levántate, anda, siente algo de vida
Por esas venillas tan especialistas
En saber que nunca habrá una salida

Un claro se abre entre algodón y nubes
Soplando remueves hasta los cimientos
Descansan esas estrellas que nos cubren
Pajarillos ya roncos que no quieren más
Por hoy, que mañana seguirán como nuevos
No se preocuparán de bautizar el huevo
Tampoco recuerdan lo que quedó atrás